Desde principios del año 2012, Restauradores Sin Fronteras viene desarrollando el proyecto “Fortalecimiento del tejido social a partir de la puesta en valor del Patrimonio Cultural, para mitigar las secuelas causadas por el conflicto armado” en el municipio de San Jacinto (Colombia).
San Jacinto es reconocido nacional e internacionalmente por sus tejidos artesanales y la música de gaita, además, en los últimos años se han redescubierto valores de igual trascendencia como son las tradiciones de afrodescendientes de los palenques de Paraíso y San Cristóbal, los sitios arqueológicos y el Museo Etnoarqueológico de los Montes de María. Sin embargo, los hechos de violencia que tuvieron lugar en la región de los Montes de María durante más de 20 años, causaron graves estragos económicos y sociales en los habitantes.
Este proyecto, pese a que todavía no ha finalizado, esta consiguiendo reconstruir las relaciones sociales de sus habitantes y la relación de la población urbana con el espacio rural, relaciones estas, que se vieron afectadas a causa del conflicto armado endémico que se vivió.
Este fortalecimiento del tejido social se está realizando en torno a cuatro objetivos específicos:
La casa de la cultura en San Jacinto se proyecta como un centro cultural integral de los Montes de María, conformado por tres dependencias que se complementan entre si, la Biblioteca Pública, el Museo Comunitario y la Escuela de Formación Artística.
La consolidación de un Centro Cultural, en el cual existiera una interacción entre la administración municipal y las organizaciones culturales, era de gran importancia porque está permitiendo generar la continuidad del espacio en el tiempo por encima de las vicisitudes administrativas y políticas. El trabajo constante a partir de cursos, talleres, encuentros y reuniones entre las organizaciones y la administración arrojó como resultado el Plan de Gestión Cultural del Municipio, donde se establecen las líneas y políticas culturales que servirán de carta de navegación para la gestión y ejecución de proyectos culturales a nivel local.
En el proceso de valoración del patrimonio cultural se están realizando asambleas populares en los 42 barrios del municipio, con una participación total de más de 500 ciudadanos. Con preguntas como, ¿Cuáles son los elementos culturales que nos hacen similares y diferentes?, o ¿Qué es la cultura de San Jacinto?, se plantean dos reflexiones, la primera sobre el concepto de cultura como el conjunto singular de formas fenoménicas que evidencian la unidad y la diferencia entre partes de una sociedad en si misma y con otra (Bate 1998), y en segundo lugar que “(…) el patrimonio es una “construcción social” que se constituye mediante el reconocimiento de los propios actores sociales. De ahí que parte de la labor de conservación del patrimonio, requiera en primer lugar, identificar que consideran como patrimonio los actores y, en segundo lugar, quizá ayudar a que reconozcan como patrimonio elementos que no identifican como tales de manera espontánea.” (Gándara 2005).
Con este fin, se busca en los habitantes de San Jacinto los elementos que consideran propios, valorables y como parte de su acervo patrimonial.
El análisis de las asambleas populares está sirviendo de base para el desarrollo de dos acciones, la primera la construcción de la cátedra de Historia Local y la segunda la construcción del nuevo guión del museo Comunitario de San Jacinto.
La cátedra de Historia se está planteando con una metodología participativa de investigación desde los habitantes, para esto se han involucrado los profesores de ciencias sociales de los tres colegios del municipio.
La remodelación y readecuación del museo, implica la construcción de un nuevo guión museográfico y museológico. La guía parte de los resultados de las asambleas populares, el reto es explicar los elementos del pasado desde la valoración de los habitantes de su patrimonio cultural en el presente.
En la actualidad se está elaborando el guión museológico y museográfico, en el que se une la experiencia con lo material, con elementos teóricos que nos permiten entender la manera en la cual distintas sociedades habitaron el territorio desde el 4.000 a.C. hasta la actualidad.
En el marco de la guerra, con el desplazamiento forzado, la violencia en el pueblo y peor aun en el área rural, la comunidad abandono las practicas culturales asociadas al espacio rural, 18 años de violencia y 6 años de violencia aguda marcaron una juventud de practicas urbanas y con desconocimiento de su entorno rural. Todo esto, sumado al comienzo del “tiempo de la paz” los compradores masivos aparecieron en la historia de Montes de María imposibilitando el retorno a las tierras y a las prácticas culturales asociadas al espacio rural, pues la propiedad se convirtió en privada e impenetrable.
Nuestro trabajo se está centrando en los tres colegios de bachillerato del municipio con los cuales estamos desarrollamos visitas culturales para que reconozcan el espacio rural patrimonial.
Las visitas tienen como objetivo generar recuerdos en los jóvenes en torno al espacio rural que vinculen el disfrute, el museo, el patrimonio y la protección del mismo; recuerdos que permiten transformar la mirada del área rural después del conflicto de principios de siglo y que posibilitan una apropiación del entorno a partir de referentes patrimoniales.
En total se han realizado 15 salidas con los jóvenes a sitios con valor arqueológico, cultural, natural y a los corregimientos, más de 300 jóvenes conocieron y disfrutaron su entorno rural con una mirada desde lo patrimonial y lo educativo.
El proyecto se configura como el inicio de otro periodo para el Museo, a partir del trabajo constante con la comunidad, con los lideres culturales, los profesores y estudiantes hemos diseñado programas y proyectos que darán continuidad a los que hemos comenzado y a los que esperamos conseguirles financiamiento.
Nuestro mayor aprendizaje, en este año y medio de ejecución del proyecto, ha sido el trabajo del museo por fuera del edificio, hemos descubierto nuevas estrategias metodológicas que permiten el dialogo entre el patrimonio cultural y la comunidad que lo vive, lo produce, lo conserva y reproduce.
Juliana Campuzano, Coordinadora del proyecto
Área de Proyectos y Asistencias Técnicas A-RSF