Hasta la fecha, hemos ejecutado más de 25 proyectos en 11 países de Africa y América Latina.
- El desarollo económico y social. El patrimonio cultural puede ser motor generador de ingresos —en algunos casos, la fuente principal—, al que hay quepotenciar, para que sea un recurso sostenible, por medio de la implicaciónde la población beneficiaria en su gestión y mantenimiento. La rehabilitación del patrimonio como el caso de los inmuebles, beneficia directamentea la población, que ve prosperidad en sus condiciones de vida, y aumenta principalmente cuando se trata de centros históricos, la valoraciónde los conjuntos patrimoniales. Larehabilitación y la recuperación delpatrimonio atraen inversiones públicas y privadas que alientan el desarrollo económico y social, mediantela generación de empleo y la mejorade las infraestructuras.
- El aumento de las capacidades humanas e institucionales. La formación y capacitación en conservacióny gestión del patrimonio cultural esuna pieza esencial en los procesosde cambio y desarrollo locales, entanto que proporciona conocimientos que luego podrán desarrollarsein situ y favorecer una mayor participación y un control comunitarios.
- El fortalecimiento institucional y elapoyo a la formación técnica, así como el asesoramiento y la consultoría para la realización de planes demanejo de centros históricos y ordenamientos territoriales, son algunosde los aspectos en los que se debeincidir para la sostenibilidad de losproyectos.
- La protección de la identidad y diversidad cultural. La valoración delpatrimonio cultural por parte dela población local es determinante para consolidar la identidad cultural como generadora de cohesión social, del aumento de la autoestima de la población y del sentido depertenencia de las comunidades. Lapreservación de la identidad en unesquema de respeto a la diversidadcultural es un valor que hay que proteger ante la inminente pérdida, fruto de la globalización, de tradicioneslocales.
- La mejora de la gobernabilidad. Eltrabajo con las administraciones públicas encargadas de la proteción del patrimonio cultural contribuye a aumentar y fortalecer los órganos de gestión local, así como a propiciar la generación de movimientos sociales de partcicipación